Friday, July 27, 2007

Nunca aceptaria formar parte de un club que me quisiera como miembro


Bien podría decirse que la serie de sucesos en cadena que desencadenaron a que hoy en dia esté viendo nuevamente ciertas películas de quien considero un director genial (mi favorito debo confesar), son la catarsis actual de mi decisión de aplicar para irme a hacer mi PhD hace un par de meses (claro que, quienes tienen algún tiempo al lado mío, bien sabrán que esto data de mucho más atrás). No obstante esta innegable influencia, especialmente signada por la impresionante maquinación mental que a uno le conllevan pensamientos existenciales tales como una aparente vida pseudo-nómade o la necesidad de establecer algún vínculo más duradero (y quienes hayan sufrido el desarraigo alguna vez podrán entender a que estoy haciendo referencia), el motivo último de mi grato ensañamiento actual con Woody tiene una raíz mucho mas reciente (de semanas podría decir). Bien se puede resumir en la frase de Alvy Singer (Woody Allen) al comienzo de Annie Hall (1977) cuando parafraseando a Groucho Marx dice: "I would never want to belong to any club that would have someone like me for a member." Eso bien podría resumir en una oración todos mis dilemas actuales. Si quisiera ser un tanto más dramático podría también hacer referencia a las dos líneas anteriores que dice Alvy, las primeras de la peli: "There's an old joke - um... two elderly women are at a Catskill mountain resort, and one of 'em says, 'Boy, the food at this place is really terrible.' The other one says, 'Yeah, I know; and such small portions.'" Pero creo que con la primera es suficiente...

Lo fantástico del asunto es que volver a ver una obra como Annie Hall en este estado es invaluable. Necesité un señor párrafo para poder explicar la manera en la que internalicé los primeros 15 segundos de la peli. Está claro que no estoy buscando publicar un libro a través de este blog- sobretodo porque la unión de una baja dósis creativa y un acceso gratuito a la misma hacen que el retorno en términos de esfuerzo sea relativamente bajo-, por lo que no voy a continuar con el análisis del resto de las andanzas de Alvy & Annie.

Pero si voy a cerrar esta pequeña reflexión en mi primer dia de vacaciones prePhD redondeando la idea que inicié en el primer párrafo. Annie Hall es un peli sobre la vida, como tantas otras del maestro. Intenta hacernos ver a lo largo de todo el film el poco control que tenemos sobre la vida y las severas limitaciones que hay constantemente (principalmente las vinculadas a la muerte y al abandono); pero que a su vez el arte- en todas sus formas y justamente en su carácter abstracto y críptico- tiene el poder de darle forma a esa realidad para devolvernos cierto control que la racionalidad nos quita.


Como párrafo final, volver a aplaudir a esta comedia neurótica y desquiciada de Allen que utilicé como pretexto para estas líneas y a Woody que con su extravagante comportamiento psicótico y una paranoia que en Annie Hall mezcla cierto cinismo detrás de un análisis freudiano y un humor grouchomarxiano- ¡¿qué quieren que diga, si hasta hace referencia a The Godfather?!-, hacen perder casi toda la esperanza, aún dentro de ese mismo cinismo desmedido. Claramente, una comedia no recomendable para personas extremadamente sensibles y románticas con la vida. Termino con la última reflexión de Alvy en Annie Hall: "I thought of that old joke, y'know, the, this... this guy goes to a psychiatrist and says, "Doc, uh, my brother's crazy; he thinks he's a chicken." And, uh, the doctor says, 'Well, why don't you turn him in?" The guy says, "I would, but I need the eggs.'" Pues sí, el eterno dilema... pero necesitamos los eggs...

1 comment:

Anonymous said...

Que grande Javito... Una barbaridad... como siempre un lujo leerte...